Las almendras garrapiñadas de Villafrechós son originarias de esta localidad vallisoletana, aunque hoy se localizan en el pueblo de Medina de Rioseco y en la ciudad de Valladolid, ya que el artesano se trasladó de municipio y con él la receta.
Son unas almendras recubiertas de azúcar quemado, que tienen un color rojizo cobre propio del caramelo. De superficie lisa, las garrapiñadas de Villafrechós son crujientes en boca, a la vez que mantecosas, característica que aporta la almendra.
Se venden en una confitería de Medina de Rioseco y en varias pastelerías de Valladolid, propiedad de los mismos dueños.
Son unas almendras recubiertas de azúcar quemado, que tienen un color rojizo cobre propio del caramelo. De superficie lisa, las garrapiñadas de Villafrechós son crujientes en boca, a la vez que mantecosas, característica que aporta la almendra.
Se venden en una confitería de Medina de Rioseco y en varias pastelerías de Valladolid, propiedad de los mismos dueños.